domingo, 25 de diciembre de 2011

Las luces de diciembre



Hemos llegado a sucumbir ante el consumismo de estas fechas, la paz y el amor ya no se fabrica ni se vende. ¿Quién querría que sólo le regalaran cariño y buenos deseos? Hay más ahí fuera que el ojo humano no puede captar en su infinita ignorancia. El espíritu navideño existe para unos pocos. Debería aflorar todos los días del año.
Este es el mes del deslumbre, por todos lados existen luces que nos enganchan y nos reclaman un sentimiento acorde con el afán de pasar las noches en familia, la locura de derrochar en lo que no necesitamos y la torpeza de tropezar todos los años con la misma piedra. El capitalismo se apodera de nuestra fé.
Somos los engañados de esta tierra, desgastando valores que ya no inundan los corazones. Alabamos la hipocresía y saboreamos el amargor de la envidía, del tú tienes y yo no.
Sin embargo, no me resigno. Deben de haber millones de almas que no se dejan deslumbrar por LAS LUCES DE DICIEMBRE.

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