Consecuencias.

Una vez más de muchas veces más, en las que mis reflexiones chocan con el bucle de mi vida, he venido a vivir las consecuencias de las decisiones que albergo y procuro, con el fin de satisfacer mi mundo más natural: mi tranquilidad y mi bienestar. Y por muchos ciclos en los que yo gire y se centrifuguen mis penas, tengo la sensación de que algo esencial está por llegar...eso que quiero con tantas ganas y que se me concede sólo a cachitos: la felicidad.
Andando el otro día por la calle reparé un instante en ésto que estoy exponiendo. Iba sola e inmersa en los mundos por los que suelo revolotear. Lo ví claro. Hay cosas y personas que ya no las quiero tener en cuenta y nuevas experiencias y desafíos que quiero conquistar, al estilo de Juana de Arco, con todo el valor y la entereza de la que yo soy capaz de situar ante todo, con lo que me queda de familia, con los amigos que quiero retener y con la nostalgía aún pegada a las sábanas de los caminos que voy dejando atrás. Así de simple. Así de real. Yo siendo yo y sin querer robarle el protagonismo a nadie, por muy de la JetSet que sea. Las consecuencias....están por llegar y son de las mejores.