Ocurre que a veces me atrapa el sentimiento cuando no estoy delante de mi portátil o con el iPad en la mano; sin lápiz y papel cerca...no se escapan las ideas porque las atrapo con los dedos en mi pequeña pantalla de 4,3" y colores vivos. Justo hoy me ha pasado, que he necesitado gritar lo que mi corazón me decía y agarrar las musas por las alas antes de que echaran a volar. Todo entra en mi minidiario y esto es lo que me sorprendió hoy en la sesera.
"La melancolía se debió inventar el día que nací yo. No digo que yo no naciera fruto de un amor digno de mí, pero llegó a tocarme en suerte el padecer de bilis...a mi edad, como si no hubieran pasado suficientes años desde entonces. Hoy se ensañó conmigo y me tocó la fibra sensible, arrojándose a mí como un arma de doble filo. Esta vez me cortó las alas portándose conmigo de forma austera y condescendiente. Dicen que saber la verdad sólo duele una vez. Y que siempre hay un rinconcito donde encontrarse bien. Pero es muy difícil desmarcarse de unas historias en las que el centro de todo es la suma de miles de momentos y experiencias que tú me traíste, que yo no conocía y que forjaron en mí un carácter desgarrador. Especialmente los instantes que entre punto y punto rastreaban y reedescubrían el insólito magnetismo que atravesó mi alma dejándome en paz conmigo misma. Quizás nos reencontremos por los caminos, entre cervezas en los bares o en Roma, con los mismos sueños e inquietudes y los miedos de siempre. Al fin y al cabo somos humanos y nos rigen los mismos mecanismos. Sólo tú y yo sabremos lo que fue real y lo que fue inventado...así funciona la imaginación que nos gobierna. La pena será de los momentos no vividos y de las palabras no dichas, lo que con ganas se quedó por decir y vivir. Estaremos bien en el lecho de la vida, en la celebración de la felicidad y en la penitencia de las bifurcaciones que separaron el destino que alguna vez jugó a darnos la oportunidad de conocernos a medio camino entre un quiero y no puedo y un puedo y no quiero".