lunes, 12 de marzo de 2012

Recompensa.


No voy buscando nada material, eso lo dejo para los ojos de la gente superficial. Yo me quedo con lo que prevalece después de todo. Todo sentimiento entregado con sinceridad y amor es para mí una recompensa. Esta historia va de lo siguiente.

Empecé a moverme por los foros de manualidades a raíz de enseñar mis creaciones al mundo. En uno en concreto, encontré gente maravillosa dispuesta a ayudar a los demás a cambio de nada. Rápidamente logré hacerme un hueco entre las veteranas, ganándome el respeto a base de leer y opinar. Un día, apareció Gembl, una chica asturiana de treinta y pocos años. Tuvimos un primer encontronazo por culpa de otra forera y por un comentario desafortunado acerca de mi máquina de coser. No llegó a males la cosa, porque Gembl se disculpó conmigo y todo quedó en una anécdota de un día cualquiera cuando no estás de buen humor. Pronto me di cuenta del corazón tan grande que tiene esta mujer, lo luchadora que es y la devoción por la costura que desprende. Sentí que quería impregnarme de eso y captar todo conocimiento de aquélla que es más experta que yo. Pronto empecé a notar que algo no andaba bien en la vida de Gembl...algunos comentarios en el foro, alguna entrada salida de contexto, algún post hablando de su vida personal...
No pude ignorarlo y en privado hablamos de todo. Llevaba un tiempo pasádolo mal económicamente, ella y su marido en paro, dos chiquillos que alimentar, casa hipotecada...el mismo problema que cualquier español de hoy día puede tener con la crisis que nos devora. Agradecí que se abriera a mi y me contara su historia. Me conmovió su estado y quise hacerle un regalo...y el regalo acabó haciéndomelo ella a mí, con creces.
Compré un sobre sepia de esos acolchados, tamaño A3, y lo llené de retales bonitos y detallitos, sabiendo que le harían mucha ilusión. Metí sueños y esperanzas en un sobre para una persona a la que sólo conocía por mensajes y correos...y ella me los devolvió convertidos en el doble de agradecimientos y halagos. Hoy recibió el paquete y me escribió un mail. Como una niña con zapatos nuevos. Y yo tremendamente feliz por haberle sacado una sonrisa a una cara triste a la que soy incapaz de ponerle rostro.
Mil gracias a ti Gembl, mi entrada de hoy es toda para ti.

No hay comentarios:

Publicar un comentario