domingo, 19 de febrero de 2012

Cerrándote.


Después de meditarlo mucho, pensé que tomaba mi mejor opción. Así fue, me desprendí de todo lo superfluo y me quedé con lo que necesitaba. No quería más, no buscaba más. Lo mejor vino al poco tiempo, no sólo no me equivoqué sino que no me arrepentí de nada. La vida es como es y las experiencias forman parte de ella. Sé que di lo mejor de mí, sé que fui sincera (sobre todo conmigo misma) y sé que puse empeño, como en todo  lo que hago que se merece la pena.

Fue una decisión asentida por mi corazón y no actuó mi cabeza. Yo me estaba dejando arrastrar por las aguas y un día, por alguna razón que desconozco, se paró la corriente. Salí a flote y nadé a la orilla...allí me esperaban con una sonrisa eterna y con unos brazos llenos de calor. Tú y yo no éramos nada y ahora sé que nunca lo seremos. Sé que te arrepentirás. Podrías haberlo sido todo.

Ayer aparqué mis miedos, que no se vive cuando están presentes (tenlo en cuenta), cerré los ojos y  me vi envuelta de la tranquilidad que necesito. Me sentí en paz conmigo misma por haberlo dado todo, por haber puesto de mi parte, por haber luchado...y hoy, me encuentro cerrándote...como un libro que empezó fascinándome y que acabó por decepcionarme.

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